El presidente Alberto Fernándezse refirió sobre cómo ante la crisis que generó la pandemia de coronavirus cambiaron las prioridades de su administración y adelantó que el lunes en una reunión virtual de Diputados intentarán avanzar en la iniciativa de Máximo Kirchner con la que apuntan a cobrar un tributo a quienes participaron en el blanqueo de capitales durante el gobierno de Mauricio Macri.
«Una cosa que se me ocurre pensar que puede cambiar a partir de ahora es volver a introducir el concepto de solidaridad en la economía mundial porque lo que está visto a que aquí no se salva a nadie solo. EEUU pensó que nunca le iba a tocar y le tocó, y lo que le duele y lo que le ca a costar» manifiesta Alberto Fernández, y agreda «me parece que estamos en condiciones, a partir de semejante crisis, si es que la miseria humana no vuelve a aparecer de repensar todas estas cosas para hacer un mundo más equilibrado y justo, tal vez esto es una oportunidad».
El primer mandatario se refirió a los proyectos que se tratarán el lunes en Diputados, que están los de la baja de salarios de los empleados públicos, pero hizo particular hincapié en los tres que presentará el ‘Frente Todos’ de la mano de Máximo Kirchner que se trata: un impuesto extraordinario a quienes participaron en el blanqueo de capitales; otro proyecto que fija un tope de utilidades, y el tercero que se trata de una contribución forzosa sobre aquellos diputados, senadores y funcionarios que tengan un patrimonio superior a 20 millones de pesos.
Sobre esto Alberto Fernández declaró que «me parece que eso tiene una lógica mejor, que es que los que más han ganado o se beneficiaron con un blanqueo después de defraudar al Estado no pagando impuestos, porque así funciona el sistema ya que esa plata que se obtiene en negro que nunca se declara y que se termina blanqueando sin que nadie le pregunte cómo la hizo. Es mucho más razonable pedirle un esfuerzo a ellos que a Carla Vizzotti que gana 150 mil pesos y está todo el día en la calle por lo del coronavirus«.
«No seamos hipócritas, los que han hecho estas propuestas son que después nos llaman populistas a nosotros. No seamos hipócritas no seamos demagogos digamos la verdad y ganemos nuestro sueldo como corresponde sirviendo a la gente no buscando títulos de los diarios«, concluyó Alberto Fernández.
«Las prioridades que cambiaron, seguramente es la de repensar la negociación con la deuda, eso paso a otro plano. También la cuestión fiscal, soy un discípulo de Néstor, que siempre me preocupó pasó a otro plano», y agregó «no se si cambie yo las prioridades sino que el mundo cambió las prioridades», dijo el Presidente en una entrevista con el portal El Cohete a la Luna.
Por otro lado sostuvo que desde su Gobierno siempre se van a ocupar de «los que en peor situación están, esto significaba cuidar de los barrios más desprotegidos y a los adultos mayores. Esa es una prioridad que desde el primer día vengo marcando».
Fernández volvió a hacer a subrayar que «la prioridad 1 es la salud, cómo cuidar la salud y cómo poner en pie un sistema de salud que había sido muy maltratado durante los cuatro años previos. Porque no era solamente que el ministerio de Salud pasó a ser secretaria, sino que además se habían roto los planes de vacunación, había millones de vacunas abandonadas en la Aduana. Eran los hospitales que estaban para inaugurar, que no se inauguraban porque alguien pensó que no eran necesarios hospitales en la provincia de Buenos Aires (haciendo alusión a María Eugenia Vidal), entonces era poner de pie todo eso. Yo diría que con la pandemia la prioridad fue la salud partiendo de la premisa de los que están más débil que son los que más en riesgo».
Con respecto al cambio de paradigma mundial que generó la crisis económica, social y sanitaria a causa del coronavirus, el Presidente expone que «hay una serie de paradigmas o de dogmas del neoliberalismo que se han ido al diablo, y el primero que lo entiende son los que tienen alguna capacidad crítica sobre los dogmas. Por ejemplo en la reunión del G20 resultó muy interesante escuchar a la directora ejecutiva del FMI, dónde planteó que el Fondo debe prepararse para asistir económicamente a las economías más afectadas por la pandemia, y a las más empobrecidas y endeudadas, pero a través de subsidios monetarios y no de créditos».
En este cambio de paradigma, Fernández también indica que quedó claro la importancia del Estado en el mundo «cuando uno revisa cómo ha funcionado en materia de salud en el mundo desarrollado se da cuenta de las consecuencias que se viven. Donde la salud se privatizó toda la pandemia avanza de un modo escalofriante. Mientras que los que preservamos algo del estado de bienestar, como es Alemania, todavía tiene recursos para hacer frente a la pandemia».