Teylem, una de las firmas cuestionadas por la venta de alimentos con sobreprecios al Estado en los últimos días, hizo aportes a fundaciones ligadas a funcionarios del Pro que luego solventaron actividades de campaña de Mauricio Macri en 2015.
La compañía forma parte del pool empresario Grupo L, que conduce Sebastián Lusardi y multiplicó sus ganancias en los cuatro años de Macri y Vidal en el poder.
Según consta en su propio informe de sustentabilidad, aumentó de forma exponencial su facturación, de 1.160 millones de pesos en 2016 a casi 1.900 millones en 2017 e incrementó su planta un 84%, de 503 a 925 empleados.
Además de proveer alimentos a más de una decena de distritos, consiguió quedarse con el servicio gastronómico en los hospitales de la Provincia. Se hizo además con una caja de más de mil millones de pesos por las operaciones en el Sistema Penitenciario, donde la Comisión Provincial por la Memoria denunció inconvenientes por las raciones escasas y la baja calidad.
Los desembolsos fueron realizados a la fundación Formar a través de la Cámara de Concesionarios de Servicios de comedores, que donó 18.000 dólares y a través de la propia Teylem. Ésta aparece como décima primera en la lista de aportantes, según el sitio Chequeado que pudo acceder a los balances presentados por la ONG ante la Inspección General de Justicia.
El PRO como partido no podría haber percibido esos aportes porque el artículo 15 de la ley de financiamiento de los partidos políticos, antes de ser modificada, indicaba que estos «no podrán recibir contribuciones o donaciones de empresas concesionarias de servicios u obras públicas de la Nación, las provincias, los municipios o la ciudad de Buenos Aires«. En cambio, las fundaciones están reguladas por la ley homónima que sí permite estos pagos.
La Fundación Formar aportó 2.7 millones de pesos a la campaña de Macri en 2015, cuando la misma era conducida por el ex ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. La memoria del balance de la fundación fue firmada por el propio Dietrich, y específica: “Cabe citar las diversas charlas de capacitación para las elecciones generales”.
Por último, este cronista intentó contactarse con la fundación, antes de su cierre en 2017, para consultar qué destino se les dio a los aportes, pero al acercarse a la dirección declarada en avenida Rivadavia 1829 piso 2, se encontró con los despachos de los diputados de Cambiemos Álvaro González y Ezequiel Fernández Langan.
Estas oficinas son alquiladas por la Cámara de Diputados y la fundación tenía su domicilio allí desde la época en que Esteban Bullrich trabajaba en la Cámara Baja y ocupaba esos departamentos.