Este viernes vence el plazo que tienen los acreedores privados para adherir al canje de deuda propuesto por el gobierno de Alberto Fernández. Se prevé que la aceptación de los términos propuestos para devolverle sostenibilidad a la deuda es muy baja por lo que se abre una serie de opciones entre las cuales, por el momento, no figura el default.
¿Qué podría pasar ?
Escenario 1: Con un muy bajo nivel de adhesión la Argentina podría dar por cerrado el plazo para su aceptación, declarar desierto el canje de deuda y avanzar ya sin red hacia el default que se declararía el 22 de mayo próximo cuando vence el plazo para el pago de los bonos globales 21,26 y 46 cuyos vencimientos originales ya fueron extendido por 30 días por lo que la Argentina ya no tiene margen para una nueva prórroga.
Escenario 2: Si el Gobierno consiguiera un nivel de adhesión muy bajo podría prorrogar el plazo y seguir negociando con los bonistas de cara a la fecha límite del 22 de mayo.
Escenario 3: También con un nivel bajo de adhesión el Gobierno podría cerrar el acuerdo con los bonistas que lo aceptaron y luego definir si lanza un nuevo canje con una nueva oferta. En este caso entraría en vigor, para quienes ya aceptaron el canje, la cláusula RUFO que les garantiza equiparar sus condiciones a las ofrecidas a los holdouts si son más beneficiosas que las que ellos habían aceptado.
Escenario 4: Con un nivel de adhesión aceptable, en torno al 60% (pero que no llega al 75% piso por encima del cual, en la mayoría de los casos, el canje es automático) entonces la Argentina podría declararlo exitoso, cerrar el acuerdo con quienes lo aceptaron y enfrentar los litigios que vendrán de quienes quedaron afuera y se convirtieron en holdouts.
Escenario 5: Si no hay un nivel de adhesión importante se puede firmar un «stand still» con los bonistas, se trata de un acuerdo entre las partes para extender los pagos de intereses sin que ello implique un default y así poder seguir negociando.
¿Cómo es la propuesta que Argentina le presentó a sus acreedores privados?
* Período de gracia de tres años. No se pagaría nada en 2020, 2021 y 2022.
* Se pagaría un cupón promedio de 0,5% en 2023 y esas tasas irían creciendo hasta niveles que son sostenibles.
* El interés promedio que pagaría la Argentina es de 2,33%.
* La propuesta conlleva mayor reducción de intereses que de capital. Se ofrece una reducción de capital de 3.600 millones de dólares, es decir, una quita del 5,4% sobre el stock de deuda. Se propone una reducción del pago de intereses de 37.900 millones, que equivale a una quita del 62%.
* Bonos a reestructurar: 21 títulos elegibles (17 de ellos emitidos durante la gestión de Mauricio Macri), nominados en dólares estadounidenses, euros, y francos, con legislación extranjera.
* Stock de deuda a reestructurar 66.238 millones de dólares (41.548 millones de dólares emitidos en los últimos 4 años).