La Facultad de Psicología de la UBA realizó su tercer relevamiento sobre los efectos psicológicos y económicos del aislamiento obligatorio en la población y cómo con el paso del tiempo la cuarentena va cambiando la forma de pensar, sentir y las preocupaciones de los argentinos.
En un extenso trabajo, en el que se entrevistaron de forma online a casi 2500 personas de todo el país, los expertos de la UBA repasaron infinidad de variables, y entre las psicológicas se destaca cómo piensan los que habitan en la Zona Metropolitana (Capital Federal y Gran Buenos Aires) y los que residen en provincias donde ya gozan de la «nueva normalidad».
El conjunto de sentimientos y emociones evocados resulta bastante similar entre los residentes de CABA y GBA, donde aún no se superó la fase 4: «Las palabras que aparecen con mayor frecuencia para describir el estado de ánimo en que cada persona se encuentra son, en su gran mayoría, de valencia negativa: o Incertidumbre (muy mayoritaria) o tranquilidad, cansancio, ansiedad, angustia y hartazgo», sostiene el estudio.
No obstante a ello, se observan algunos énfasis diferenciales: hartazgo y depresión más presentes en la Ciudad, mientras que cansancio y tranquilidad más en el conurbano bonaerense.
Pero en este ítem es además interesante observar que el conjunto de sentimientos y emociones evocadas fue marcadamente diferente en los residentes de dos provincias que han tenido muy pocos casos confirmados (6 en Jujuy y 136 en Tierra del Fuego), ninguna muerte y cuarentenas más flexibles. En ambos casos se presenta un mayor equilibrio entre palabras de valencia positiva y negativa, dice el trabajo de la UBA.
Y a nivel general, la palabra más respondida fue incertidumbre: casi un 40% de la gente entrevistada de distintos puntos del país la eligió. «La incertidumbre actual que invade todos los ámbitos de la vida (salud, trabajo, familia, economía, proyectos de vida, etc) constituye una incubadora de inseguridad, estrés, ansiedad, angustia y temor al futuro», explican los psicólogos.
Al respecto, el 43% respondió que en materia de salud mental está «algo peor» que antes y un 17% dijo que está «mucho peor» que antes de la cuarentena. Sólo un 9% respondió que está mejor, a casi 3 meses del aislamiento. El 31% señaló que está igual.
El sondeo también indagó sobre el miedo al contagio del covid-19 y las acciones que se llevan adelante. Al respecto, las respuestas fueron contundentes: el 68% dijo que le preocupa más infectarse de coronavirus que el impacto de la cuarentena en su economía (32%). A su vez, un 28% dijo que le «asusta mucho» contagiarse y un 44% respondió que le «asusta un poco» mientras que un 11% aseguro que no le teme para nada al virus que lo padecieron más de 7,2 millones de personas en el mundo y más de 400 mil murieron. Finalmente, un 17% admite que le preocupa «algo» contagiarse.
Seguido a ello se le consultó sobre la extensión del confinamiento. Al momento del estudio, el país llevaba 70 días de aislamiento, en distintas fases según cada región. En promedio las respuestas arrojaron que un 44% considera que hay que flexibilizar ALGO la cuarentena , un 20% dice que es necesario flexibilizar MUCHO mientras que sólo el 10% pidió levantar todas las restricciones afrontando los riesgos que implica para la salud pública.
DEUDAS
Otro apartado especial se lleva el tema endeudamiento de las familias. Casi 3 de cada 10 encuestados (27%) dijo estar «bastante endeudado» mientras que 4 de cada 10 señalaron que están «un poco endeudados» y el 35% restante afirmó que no contrajo nuevas deudas durante la cuarentena.
Entre los morosos, un 12% admitió que dejó de pagar el alquiler por falta de recursos y otro 12% dijo que tampoco abona las expensas. Un 23% dejó de pagar cuota colegios, un 26% ya no abona la cuota de la universidad, y entre el 7% y el 6% dejó de pagar los servicios privados (TV por cable, internet, celulares) y los públicos (gas, luz, agua).
En tanto, cuando se les preguntó «si sus ingresos disminuyeran ¿cuáles serían los principales rubros en los que bajaría los gastos de su hogar?», al tope de las respuestas se encuentran las actividades vinculadas al ocio (78%) , seguido por vestimenta y calzado (69%), gimnasio (62%) , TV por cable (53%), reparaciones en el hogar (51%), telefonía celular (32%), internet (28%), transporte (23%) y en la otra punta artículos de limpieza (8%), salud (9%), alimentos (12%), educación (14%) y productos de higiene personal (17%).
Los profesionales de la UBA consultaron también la capacidad de sobrevivencia en medio de la cuarentena, que poco a poco se van habilitando más actividades en el AMBA y Chaco, las zonas más afectadas aún, pero que ya prácticamente se liberaron todas en el resto del país.
Así, en base a las respuestas, una vez más los trabajadores informales (oficios varios y changas) y los que cobran la AUH son los que manifiestan mayor vulnerabilidad. Un alto porcentaje de estos segmentos estima que su economía sólo podrá sostenerse, sin derrumbarse, entre 1 o 2 meses.
Por su parte, los trabajadores en relación de dependencia y los profesionales son los que presentan un mejor perfil de estrés de recursos económicos. El 44% de los trabajadores en relación de dependencia y 35% de los profesionales, señalan que podrán afrontar la crisis económica por un período más largo (+ 4 meses) sin entrar en colapso económico.
EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS DEL GOBIERNO NACIONAL
Un poco más de la mitad de la gente (55%) cree que el país está preparado para enfrentar el coronavirus, mientras que un 25% considera que no lo está y un 20 % dice no saberlo. En lo que respecta a la evaluación de la gestión de la crisis que está llevando adelante Alberto Fernández, un 69% aprueba dicha gestión, aunque bajó 18 puntos respecto a la primera medición, el 21 de abril.
Lo mismo ocurre con las evaluaciones de gestión de Rodríguez Larreta y Kicillof que perdieron 13 y 15 puntos porcentuales, respectivamente. La gestión de la crisis de Rodríguez Larreta es aprobada por el 61% de los porteños, mientras que la de Axel Kicillof por el 52% de los bonaerenses.