El extenista alemán escuchó la sentencia de pie y en las próximas horas será trasladado a una prisión de de Wandsworth, en el sur de Londres, en la que purgará la mitad de su condena, en tanto que el resto lo cumplirá en régimen de semi-libertad. También tiene 28 días para apelar el veredicto.
Becker llegó en taxi al tribunal, junto a su pareja Lilian de Carvalho Monteiro y su hijo mayor, Noah, de 28 años. “Reconozco la humillación que has sentido, pero no has mostrado humildad”, lanzó la jueza Deborah Taylor, quien no pareció conmoverse por el alegato del abogado Jonathan Laidlaw, según el cual Becker «cayó en desgracia, perdió su carrera y su reputación, además de todas sus propiedades, y con este proceso se destruyó por completo inclusive la posibilidad de un futuro».
El ganador de 49 títulos a lo largo de su prolífica carrera como tenista enfrentaba cargos punibles hasta con 7 años de prisión y fue hallado como responsable de cuatro imputaciones contempladas en la Ley de Insolvencia y absuelto en otras 20 por parte de la magistrada. Durante el proceso, la fiscalía afirmó que Becker cobró 1,13 millones de euros (1,22 millones de dólares) de la venta de un concesionario de automóviles Mercedes que poseía en Alemania, que ingresó en una cuenta bancaria profesional que utilizaba para pagar compras de lujo y gastos de escolarización de sus hijos.