Según Guzmán, «hay un sendero de transformación desde lo productivo, lo laboral» y que es «importante que el Estado se haga más fuerte», para «avanzar a una mayor formalización»; «en un mundo donde aumentó la desigualdad, en Argentina disminuyó», aseguró en referencia a la política de ingresos de ayuda para los más vulnerables.
Asimismo, planteó que «si uno se pone en una posición sin mirar de donde veníamos, alguien puede decir que no es suficiente», pero remarcó que tras la pérdida de poder adquisitivo de 20 puntos en el gobierno anterior, la pandemia con 9,9% de caída de la producción en 2020, había que «evitar la destrucción masiva de puestos de trabajo; y eso se logró».
Agregó que «lo que está ocurriendo» es que los sectores más golpeados por la pandemia tienen una «recuperación que se sostiene en el tiempo» y reiteró que los salarios de trabajadores en relación de dependencia en el 2021 «le ganaron a la inflación».
A su vez, consideró «natural y lógico que el Gobierno se tome más tiempo en el sendero de reducción» de los subsidios a la energía como consecuencia del impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en los costos de la misma, y aseguró que esta decisión no significó «ningún problema en el entendimiento con el FMI sobre este punto».
«Hemos ido redefiniendo prioridades en un contexto internacional que cambió muchísimo desde el momento en el cual se estaban llevando a cabo las negociaciones», advirtió.
Respecto a la inflación, dijo que las proyecciones estipuladas en el acuerdo y el presupuesto «va a haber que revisarlas, porque hubo también un impacto de la guerra y de la situación de las expectativas sobre la inflación»; no obstante, consideró que «esa situación se está revirtiendo».
«Cuando actualicemos el Presupuesto, ahí revisaremos las proyecciones de inflación, pero se sigue trabajando con un objetivo central que es recuperar el poder adquisitivo de los salarios, que el salario le gane a la inflación», completó.