«Las entregas de gas a Finlandia bajo el contrato de aprovisionamiento de Gasum han sido cortadas», expresó la empresa finlandesa en un comunicado y precisó que a partir de ahora el abastecimiento se realizará por el gasoducto Balticconnector, que conecta a Estonia con Finlandia.
Luego, la compañía rusa Gazprom confirmó la interrupción del suministro al país con el que comparte 1.300 kilómetros de frontera. Explicó que había «parado completamente las entregas de gas (…) al final de la jornada del 20 de mayo», porque Gasum no había efectuado sus pagos en rublos.
En el marco de las sanciones de Occidente a Rusia por la guerra en Ucrania, en abril el Kremlin obligó a que le paguen el gas en rublos y no en euros. Esto fue rechazado por Gasum y esta semana pidió un procedimiento de arbitraje ante la justicia.
En Finlandia, casi todo el gas que se usa proviene de Rusia. Sin embargo, Gasum aseguró que habrá abastecimiento a través de otras fuentes y que las estaciones de servicio de las redes de suministro de gas seguirían funcionando.
Una de las estrategias del país nórdico para sustituir el gas ruso el próximo invierno boreal es alquilar junto a Estonia una unidad flotante de regasificación de gas natural licuado (GNL) por diez años.
Con esta medida, Finlandia es el tercer país de la Unión Europea (UE), tras Polonia y Bulgaria, que deja de recibir gas ruso por no aceptar las exigencias de Moscú.
Hace una semana, el Kremlin había suspendido también el suministro de electricidad a Finlandia.