Primero, fue intervenida quirúrgicamente de urgencia en el Hospital Lysychansk, más tarde fue evacuada a Dnipro para curarle las heridas y prepararle las prótesis para sus extremidades, y hace una semana llegó a Lviv junto a su marido, Viktor Vasyliv (23), en un tren de evacuación.
La pareja pensó que por todo lo ocurrido y la interminable guerra entre Rusia y Ucrania no iban a poder casarse. Sin embargo, lo hicieron en el hospital de Leópolis, en el oeste del territorio ucraniano.
A más de un mes del accidente, ella explicó cómo fue el momento en el que explotó la mina cuando estaban camino a su casa: «Solo alcancé a gritarle: ‘¡Cariño, mira! Me miró cuando la mina explotó. Caí con la cara en el suelo. Hubo un ruido extremo en mi cabeza. Entonces me di la vuelta y empecé a arrancarme la ropa. Pensé que sería más fácil respirar porque no había suficiente aire».
A su vez, su marido sumó: «Cuando ocurrió, me rendí desesperado. No sabía qué hacer. Vi que no se movía”.
La enfermera reconoció que luego de la explosión “no quería vivir” y concluyó: “Tengo dos hijos y no quería que me vieran así. No quería ser una carga para nadie en mi familia”.