El DT de Boca, Sebastián Battaglia, vivió con intensidad la final en el Mario Alberto Kempes. Para el técnico no era un partido más, porque se jugó mucho después de un semestre complicado. Por eso, cuando Darío Benedetto pisó el área y la puso al palo más lejano de Gonzalo Marinelli, lo gritó todo. Hasta alguien le avisó que lo habían anulado.