El hecho ocurrió en una ruta de Umbaúba, estado de Serpige, en el noroeste del país vecino. La Policía federal de caminos informó que el hombre se resistió al abordaje y que por lo tanto utilizó herramientas de baja letalidad, como el gas.
Según se supo gracias al sobrino de dos Santos, quien estaba en el lugar al momento de la tortura, su tío se puso algo nervioso cuando le solicitaron que levantara las manos. Ahí fue cuando la Policía lo llevó hasta su vehículo.
Después, los miembros de la fuerza de seguridad de Brasil lo llevaron a un hospital para que recibiera atención médica, pero falleció al llegar.
La Secretaría de Seguridad Pública de Sergipe informó que las pericias del Instituto Médico Legal arrojaron que dos Santos murió por asfixia mecánica e insuficiencia respiratoria aguda.
La Orden de Abogados de Brasil, principal entidad defensora de los derechos humanos de Brasil desde los tiempos de la dictadura militar, condenó «cualquier tipo de violencia o de tortura».
La violencia policial en Brasil va en aumento
El caso se suma a la conmoción general provocada el asesinato de 26 personas por la Policía federal, la Policía caminera federal y la Policía militar de Río de Janeiro durante una operación contra el narcotráfico en una favela.
Ocho de los muertos no tenían vinculación con el crimen organizado. El operativo fue celebrada por el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador Claudio Castro.