Se trata del viñedo Château Miraval, cuyo valor se estima asciende a u$s164 millones. Los abogados de Pitt consideraron que, gracias a su gestión, el negocio era una «historia de éxito internacional multimillonaria».
«Jolie sabía y tenía la intención de que Shefler y sus afiliados intentaran controlar el negocio que Pitt había construido y socavar la inversión de Pitt en Miraval», plantearon los defensores.
Además, los letrados del actor de Siete años en el Tíbet pusieron la mira sobre el magnate ruso. Según refirieron, Shefler «ha ganado notoriedad a través de tácticas comerciales feroces y asociaciones profesionales dudosas» y la asociación con él «pone en peligro la reputación de la marca que Pitt construyó con tanto cuidado».
«En violación del acuerdo de las partes, Jolie ha tratado de obligar a Pitt a asociarse con un extraño y, peor aún, un extraño con asociaciones e intenciones venenosas», consideraron.
Los abogados solicitaron la realización de un nuevo juicio con jurados y repudiaron la decisión de la actriz. «Todo esto es el resultado directo de la conducta ilícita y tortuosa de Jolie», sostuvieron.
Antes de terminar la relación entre ambos, que tuvo lugar entre 2005 y 2016, Angelina y Brad acordaron pedirse permiso mutuamente si uno de los dos quería vender su parte del viñedo. Además, el acuerdo los obligaba a ofrecérselas entre ellos como primera opción antes de buscar compradores externos.