El accidente se produjo en una vivienda radicada en la calle Ayohuma al 100 durante la madrugada del domingo. Los bomberos fueron advertidos que se generó un principio de incendio, pero, al llegar, el fuego ya había sido apagado por la tarea de familiares y vecinos, quienes actuaron con baldes de agua y un extintor.
Personal de bomberos y un móvil de la Divisional Quinta fueron quienes se hicieron presentes en el lugar. Luego, se sumaron los efectivos de la Comisaría Cuarta de Río Gallegos.
Los efectivos conversaron con la propietaria de la casa. Ella les explicó que el fuego se originó accidentalmente por ese plástico que se encontraba cerca de la chimenea y que lo apagaron algunos familiares y vecinos con baldes de agua y un extintor.
Tras escuchar aquella versión, los bomberos realizaron una inspección ocular en aquel sector de la parrilla y constataron que no había riesgos.