Pesce explicó que el BCRA «no establece restricciones a la importación sino mecanismos de pago» que estarán vigentes hasta el 1° de octubre. Las medidas responden al aumento del precio de los hidrocarburos y al impacto estacional de la compra de energía del exterior.
«Siempre que el Banco Central tomó medidas como estas fue de manera exitosa y pudimos recomponer el balance cambiario y las reservas», aseguró. Afirmó que estas decisiones «evitan que se vaya a una devaluación brusca».
En cuanto a la suba del dólar en los mercados blue e informal, el presidente del BCRA consideró que «no necesariamente tienen que ver con las medidas tomadas ayer» y lo atribuyó a «movimientos especulativos».
Las importaciones energéticas representaron US$ 1.600 millones en mayo y alrededor de US$ 2.000 millones en junio. «Estas obligaciones hay que pagarlas al contado y nos traen dificultades en la balanza cambiaria. En esta coyuntura, estamos pidiendo a las empresas que financien el incremento de sus importaciones en referencia al año pasado o al 2020», indicó Pesce.
Agregó que «la forma de salvar esta situación sin generar procesos recesivos es que las empresas consigan financiamiento para una porción de las importaciones, que es el incremento respecto del año pasado. Es algo que se puede conseguir y en eso estamos trabajando con los bancos y los países que son proveedores».
También negó que las medidas respondan a las declaraciones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien habló de un «festival de importaciones». «Estas decisiones llevan semanas de consideración entre todos los organismos, creo que llegamos a la mejor solución posible», concluyó.