La restricción tiene como finalidad limitar la demanda asociada con el consumo fronterizo y logístico, donde se registra un crecimiento que supera el 30% en algunos puntos del país, explicaron fuentes de la empresa. Por esto, a partir de este nuevo régimen, los extranjeros pagarán a un precio diferencial de $240 por litro de diésel.
Según la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) la carencia de gasoil se debe a factores varios, como el atraso de precios, el crecimiento de la demanda y el ingreso de vehículos de países limítrofes que entran a la Argentina a cargar nafta o diésel.
«Desde diciembre del año pasado estamos alertando sobre este tema, por los faltantes en todas las estaciones de servicio de la Argentina», apuntó Gabriel Bornoroni, titular de Cecha.
La situación ya empezó a generar todo tipo de complicaciones. En los últimos días comenzaron a verse algunas consecuencias en el transporte de frutas y verduras, al punto de que productores del partido bonaerense de General Pueyrredón denunciaron un desabastecimiento del 50% de este tipo de productos en la Costa Altántica.
Ayer, la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) advirtió que la escasez de gasoil está generando «un riesgo alto» de faltante de garrafas. «No se consigue combustible en las rutas y los camiones no alcanzan a completar la distribución con los envases que trasladan», aseguró el presidente de la entidad, Pedro Cascales.
Desde el Gobierno anunciaron que las petroleras se comprometieron y compraron ocho buques de gasoil. Prometen que a partir de esta medida se va generar una paulatina normalización del abastecimiento.