«El calendario para elegir a un sucesor comenzará la próxima semana», explicitó Johnson, quien se lamentó por no poder finalizar su mandato, a la vez que aclaró que va a «servir hasta que un nuevo líder sea elegido».
El PM aclaró que no habrá elecciones generales, sino que se elegirá un nuevo líder dentro del Partido Conservador para reemplazarlo. «Lamento no haber podido tener más éxito en algunos temas y es doloroso no poder concluir con tantos proyectos que ya estaban en marcha», destacó.
Desde el martes, se concretaron 59 renuncias, contemplando varios secretarios de estado e incluyendo el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, y Caroline Johnson, otra de las referentes del espacio político.
El nuevo ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, se había sumado al pedido de renuncia de los ministros y, tras quitarle el respaldo a Boris Johnson, le solicitó mediante una carta escrita en Twitter: “Sabe en su corazón qué es lo correcto, váyase ahora”.
La causa de las olas de renuncias en Gran Bretaña
El 29 de junio denunciaron a Chis Pincher, quien, borracho, incurrió en comportamientos inadecuados con dos políticos en el Carlton Club de Londres. También acusan al líder del Partido Conservador de faltar a la ética.
El lento accionar del Primer Ministro ante este escándalo habría sido el factor que desató la debacle dentro de la Cámara de los Comunes. Con el objetivo de terminar rápido con el asunto, envió al secretario galés Simon Hart, quien estaba en desacuerdo moralmente con dicha decisión y se apoyó en sus colegas conservadores para respaldar su accionar.
En disconformidad con el Brexit y otras situaciones que se arrastran desde la época de la pandemia, los políticos ya habían emitido un voto de censura a principios de junio en contra de Johnson.