El papa Francisco continúa con su visita de seis días por Canadá, que tiene como eje el pedido de perdón en nombre de la Iglesia por los abusos cometidos por miembros de comunidades religiosas en los internados por los que desde 1883 hasta 1996 pasaron unos 150 mil niños pertenecientes a los pueblos originarios, a los que el Estado buscaba occidentalizar.