Fuentes de la AFIP señalaron a C5N que, desde comienzos de 2020, se comenzó a analizar en profundidad los reportes oficiales remitidos anualmente como parte de los mecanismos de intercambio previstos por el G-20 y la OCDE para hacer frente al daño que producen las guaridas fiscales en el marco del Estándar Común de Reporte.
Con esa información la AFIP comenzó a analizar y procesar las bases de datos sobre cuentas de argentinos en el exterior correspondientes a 2016 y 2017. Ahora, comenzó este año a explorar y fiscalizar otros 1.800 casos referidos a 2018.
Según el organismo, al fiscalizar los 2.400 casos se detectaron cuatro grupos de riesgo entre los contribuyentes:
- Declararon una cuenta en el exterior pero el monto reportado es inferior al que figura en la información recibida del exterior.
- No declararon colocaciones financieras en el exterior en sus presentaciones de Bienes Personales.
- No presentaron una declaración jurada de Bienes Personales.
- No están inscriptos.
Actualmente, alrededor de la mitad de los cerca de 700 casos donde la AFIP y la DGI ya realizaron ajustes impositivos pertenecen al primer grupo. Son, por ejemplo, contribuyentes que informaron en su Declaración Jurada del Impuesto sobre los Bienes Personales una cuenta bancaria con 900.000 euros, pero los datos remitidos desde el país europeo donde está radicada la cuenta informan que el saldo al 31/12 asciende a 2.800.000 euros.
Los otros tres grupos son los que sufren de algún tipo de “descuido” con relación a sus cuentas bancarias en el exterior. Dentro de estos contribuyentes, la mayoría omite declarar sus colocaciones en, por ejemplo, las guaridas financieras pero declaran algunos de sus bienes y activos en Argentina. Por otra parte, están quienes dedicen omitir presentar su declaración jurada o ni siquiera están inscriptos en impuestos y quedan expuestos ante la AFIP a partir del intercambio automático de información.
Desde el ente recaudador indicaron que “los resultados del extenso trabajo de fiscalización no se limitan a la mejora en los ingresos sino que redundan en la ampliación de la base imponible de Bienes Personales, uno de los impuestos más progresivos del sistema tributario argentino”.
Los datos recibidos por la AFIP provienen de 90 países que comparten sus registros en forma automática como parte de un mecanismo global de intercambio de información sobre colocaciones bancarias extranjeras. A partir de esta información el organismo que encabeza Mercedes Marcó del Pont logró cobrar impuestos evadidos a empresas e individuos que ocultaron sus colocaciones o incurrieron en errores a la hora de declararlas.
Las mismas fuentes explicaron que no fue una tarea sencilla ya que hubo que establecer criterios y construir los sistemas para analizar la información. Pero además indicaron que fue “necesario revitalizar y recomponer los equipos técnicos especializados en fiscalización internacional, que durante el gobierno de Mauricio Macri habían sido puestos a hibernar”.