En el marco del FIFA EPTS Event, desarrollado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, el organismo probó un sistema de 12 cámaras y puntos de enfoques colocados en el cuerpo de los jugadores para sancionar de manera automatizada el fuera de juego.
Este método tecnológico permitirá detectar el offside con una precisión de entre cinco y 20 centímetros. De esta manera, sumará otra herramienta tecnológica luego de la implementación del VAR, que fue aprobado por la International Board en marzo de 2016 y estrenado en la Copa del Mundo de Rusia 2018.
«La meta es la aplicación del fuera de juego automático, donde no exista intervención humana ni posibilidad de error. Ese camino no es sencillo y requiere de muchas pruebas para que todo esté calibrado y la tecnología no sea invasiva para los jugadores. Esta es la obsesión de Arsene Wenger, director del desarrollo deportivo de la FIFA», explicó un comunicado del organismo.
Nervión, lugar elegido por la FIFA para probar la nueva tecnología del fuera de juego