El niño, que llevaba desaparecido ocho días y era buscado intensamente por aire y tierra, fue encontrado por casualidad cuando un vecino escuchó el llanto e inmediatamente alertó a la policía.
Según la información otorgada el nene había desaparecido el 17 de junio mientras se encontraba jugando en el jardín de su casa. En un principio, las autoridades investigaron un posible secuestro o un asesinato.
Sin embargo, el niño estuvo durante varios días caminando por la red cloacales hasta que un vecino escuchó el llorisqueo y alertó a las fuerzas. El mismo se encontraba a 300 metros de su casa pero bajo tierra.
Las fuerza policial, bomberos y especialistas llevaron adelante un operativo de rescate para sacar al menor del sistema cloacal, para luego ser trasladado al hospital con un estado de hipotermia y deshidratación. Según la hipótesis de la policía el menor se habría metido en las tuberías del desagüe mientras jugaba y habría caminado por la alcantarilla.