Tras los incidentes entre los hinchas de Independiente y la Policía mientras se desarrollaba una asamblea de socios en la sede de Avellanada, las autoridades de la Seguridad de la provincia de Buenos Aires decidieron que el equipo juegue sus próximos partidos como local fuera de su cancha y sin público, por lo menos hasta que se produzca la convocatoria a elecciones.