«Las escaladas de precios sin precedentes significan que para muchas personas en todo el mundo, la alimentación que ellos podían permitirse ayer ya no es accesible hoy», aseguró el director del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner.
Agregó que «esta crisis del costo de la vida empuja a millones de personas a la pobreza». Destacó que existe el riesgo de una «hambruna a una rapidez vertiginosa» y que «la amenaza de un aumento de los problemas sociales crece todos los días».
El informe del PNUD asegura que este crecimiento de la pobreza es «considerablemente más rápido» que el provocado por la pandemia de Covid-19. El documento analizó 159 países y determinó que los más afectados necesitarán apoyo multilateral «para llegar al fin de mes».
«Mientras las tasas de interés aumentan en respuesta a la subida de la inflación, existe el riesgo de desencadenar una nueva pobreza inducida por la recesión que exacerbará aún más la crisis, acelerando y profundizando la pobreza en el mundo», advirtió el texto.
Según la ONU, la situación más crítica se registra en los Balcanes, en la región del mar Caspio y en África Subsahariana. Los países más golpeados son Armenia, Uzbekistán, Burkina Faso, Ghana, Kenia, Ruanda, Sudán, Haití, Pakistán, Sri Lanka, Etiopía, Malí, Nigeria, Sierra Leona, Tanzania y Yemen.