El campeón del mundo con la Albiceleste ya trabajaba por aquellos años en la televisión y aprovechaba sus apariciones para degradar fuertemente la imagen de Grondona. Decía que estaba «gagá» y lo trataba de «viejo».
Un día de octubre del 2008, Diego Maradona fue nombrado DT de la Selección y un día de noviembre llegó con el su mini cooper a Puerto Madero hasta la casa de Grondona para armar su cuerpo técnico. «Mirá que quiero que la generación del ’86 maneje la Selección y vos sos el líder», le dijo el extitular de la AFA, quien falleció en 2014.
«Julio, con lo que tengo me alcanza», le respondió Maradona, en referencia a aquellos exfutbolistas de la camada del Mundial de México 1986 que trabajaban por aquel entonces en el ámbito de la AFA, como José Luis Brown y Julio Olarticoechea.
Ruggeri, paralelamente, consiguió tener una conversación con Grondona tras charlar un buen tiempo con su hijo, Humbertito. El punto de encuentro fue una estación de servicio, en donde Julio le dejó en claro que no tenía ningún inconveniente de que integre la Selección. «Andá a Ezeiza y hablá con Diego», le dijo.
Pero cuando el exdefensor fue hasta el predio de la AFA, se dio cuenta de que Maradona era el que había decidido que no forme parte del proyecto. En la decisión también tuvo influencia Claudia Villafañe, quien le cerró la persiana a la posibilidad de que el Cabezón esté en Sudáfrica 2010.