El capitán de Boca se cruzó con los dirigentes por un reclamo salarial y no fue tenido en cuenta para el encuentro. Por eso, ante el equipo de Boedo la cinta la llevó Marcos Rojo, que marcó el 1-0 a los 28 minutos del primer tiempo y aprovechó para dejar un claro mensaje: fue derecho al banco a abrazar a Izquierdoz.
Esto no cayó nada bien en el Consejo de Fútbol, ya que mostró públicamente la grieta entre los dirigentes y los jugadores. Pero Rojo, además de elegir bando, también tuvo una actitud muy polémica al final del partido y que sería la gota que rebalsó el vaso.
Durante los últimos minutos del encuentro, cuando ya había recibido una amarilla, el 6 de Boca le dio un fuerte codazo a Iván Leguizamón. Sin embargo, el árbitro Fernando Espinoza ni siquiera marcó la falta. Rojo enfrentó varias veces al referí y hasta le gritó: «Sos un desastre».
La dirigencia de Boca cree que buscó ser expulsado para mostrar su solidaridad con Izquierdoz y perjudicar al Consejo de Fútbol. El futuro de Rojo en el club no está claro, aunque según trascendió tendría ofertas para continuar su carrera en Brasil, México y Arabia Saudita.