Este viernes, una enorme nube de humo llegó a la ciudad de Buenos Aires y tiñó de colores el atardecer porteño, además de varias localidades del norte bonaerense. Se trata del mismo problema que padecen desde hace días los habitantes de Rosario, como consecuencia de los incendios en el Delta del Paraná, en un fenómeno que tiene efectos nocivos en la salud.