Luego del pedido de 12 años de prisión y la inhabilitación perpetua a cargos públicos que solicitó el fiscal Diego Luciani como pena para la vicepresidenta Cristina Kirchner, se generaron dos marchas en Recoleta: una en apoyo a la exmandataria y otra en contra, sólo separados por dos cordones policiales. Fue frente a la casa de Cristina donde se registraron incidentes y la policía de la Ciudad reprimió a los manifestantes.