El hombre de 50 años fue condenado a cadena perpetua por el tribunal alemán. El condenado disparó el 18 de septiembre del 2021 contra un cajero de 20 años, empleado de una estación de servicio en Idar-Oberstein que le había pedido la obligación de llevar mascarilla debido a la pandemia. En Alemania, la cadena perpetua dura un promedio de 20 años.