La derechista Giorgia Meloni, líder del soberanista Hermanos de Italia, se imponía con claridad en las elecciones para renovar el Parlamento y conseguiría la mayoría legislativa para formar un nuevo Gobierno junto a sus socios de la Liga y Fuerza Italia, según los primeros sondeos, tras unas elecciones con la participación más baja de la democracia.