Las faltas ortográficas pueden surgir en cualquier descuido por una simple confusión entre una letra u otra, un acento olvidado, una mala conjugación o el uso errado de algún artículo o pronombre.
Las faltas ortográficas pueden surgir en cualquier descuido por una simple confusión entre una letra u otra, un acento olvidado, una mala conjugación o el uso errado de algún artículo o pronombre.