Hay preocupación entre los astrónomos por la posibilidad de la caída a la Tierra de piezas del enorme cohete propulsor chino Long March 5B. Los escombros podrían llegar a nuestro planeta entre el sábado y el lunes, luego de haber sido puesto en órbita el 24 de julio pasado por la agencia espacial de ese país, lo que generó críticas por la falta de planificación y seguridad.