Tras el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Kirchner, el diagnostico de gran parte de la sociedad fue claro: los discursos de odio presentes en medios de comunicación y vociferados por algunos sectores de la política generan violencia.
Tras el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Kirchner, el diagnostico de gran parte de la sociedad fue claro: los discursos de odio presentes en medios de comunicación y vociferados por algunos sectores de la política generan violencia.