“Alemania Federal quería hacer unos Juegos para borrar un poco la imagen que se tenía de Berlín 36, de Hitler y el nazismo. Entonces, estos Juegos eran eso: vengan, entren, disfruten, traigan a sus amigos, miren que lindo es esto. Era todo muy laxo y flexible. Si hasta yo entré con gente conocida que vino a visitarnos. Todo el mundo entraba, era muy fácil ingresar a la Villa. Eso fue aprovechado por el grupo terrorista y así como debieron ser los Juegos de la apertura alemana al mundo, se recordarán siempre por la masacre de Múnich”, le explicó Luis Barrionuevo a C5N.com. Hace 50 años estuvo allí, en el lugar del hecho más trágico de la historia del olimpismo: fueron asesinados 11 israelíes por el comando terrorista Septiembre Negro.