Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, desestimó las investigaciones que señalan que 6.500 obreros inmigrantes fallecieron en Qatar durante las obras para la Copa del Mundo que se celebrará en noviembre. «Cuando le das trabajo a alguien, incluso en condiciones difíciles, le das dignidad y orgullo», afirmó.
Infantino realizó polémicas declaraciones sobre los obreros muertos en Qatar
Las polémicas declaraciones se dieron este lunes durante una conferencia de prensa en el Instituto Milken de Los Ángeles. Infantino se encuentra visitando los países que albergarán el Mundial de 2026: Estados Unidos, México y Canadá.
Una periodista le preguntó si la FIFA aportaría fondos para ayudar a las familias de los trabajadores migrantes que fallecieron en Qatar. «Cuando le das trabajo a alguien, incluso en condiciones difíciles, le das dignidad y orgullo. No es caridad. Estados Unidos, por ejemplo, es un país de inmigración. Mis padres también emigraron de Italia a Suiza», sostuvo el dirigente.
«6.000 personas también podrían estar muriendo en otros sitios. La FIFA no está para ser la policía del mundo ni es responsable de todo lo que pasa en el mundo. Pero gracias a la FIFA, gracias al fútbol, se ha contribuido a un cambio social positivo en Qatar. Estas polémicas ciertamente han ensombrecido la preparación», agregó.
Según una investigación del medio The Guardian de febrero del año pasado, 6.500 trabajadores migrantes fallecieron en Qatar desde que comenzaron las obras para la próxima Copa del Mundo. Se trata de obreros de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka que murieron durante los últimos 10 años, un promedio de 12 por semana.
37 de esas muertes estarían directamente vinculadas con la construcción de los estadios para el Mundial. El gobierno de Qatar negó las acusaciones y sólo reconoció tres muertes. Infantino, por su parte, afirmó que a la FIFA le enorgullece «haber podido cambiar las condiciones de este millón y medio de personas», en referencia a quienes que trabajan actualmente en las obras.
El dirigente ya había generado polémica en enero al defender su propuesta de una Copa del Mundo cada dos años. «Tenemos que darles a los africanos la esperanza de que no tengan que cruzar el Mediterráneo para quizás poder tener una vida mejor aquí y morir en el intento. Tenemos que darles oportunidades y dignidad», había declarado.