La proclama se produce luego de los reiterados actos discriminatorios que tuvieron como protagonistas a hinchas de argentinos y como destinatarios a simpatizantes brasileños.
En el partido de ida entre River y Fortaleza, disputado el 14 de abril en el estadio Monumental, en el que los dirigidos por Marcelo Gallardo se impusieron 2-0, un hincha millonario peló una banana para burlarse de los brasileños.
El 27 de abril, un hincha de Boca fue detenido en San Pablo durante el partido con Corinthians por haber imitado los gestos de un mono.
Tras estos dos sucesos, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció su decisión de endurecer las sanciones «ante cualquier manifestación de racismo y otras formas de violencia» en sus torneos.