«Soy la mamá, mi hija está internada en coma inducido y no se encuentra funcionando el emprendimiento. Gracias por escribir», decía el mensaje que recibían los clientes. En otras ocasiones argumentaba que era su madre la que estaba grave.
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Las personas estafadas comenzaron a contactarse por redes sociales y descubrieron que esta mujer siempre usaba el mismo modus operandi. Incluso, para calmarlos cuando le exigían que devolviera el dinero, les mandaba fotos de supuestos pedidos en los que estaba trabajando.
Más tarde, la mujer cerró todas sus redes sociales. Las víctimas decidieron reunirse ayer frente a su domicilio, en La Plata, para escracharla. Ella los recibió llorando pero no les brindó ninguna solución ni les devolvió el dinero. Ahora enfrenta ocho denuncias en su contra.