Durante el debate, México y Francia recordaron que los ataques a las escuelas son una flagrante violación del derecho humanitario. «El ejército ruso sigue matando a civiles, incluidos niños y el coste de la guerra, para estos últimos es terrible», afirmó el embajador de Francia ante la ONU, Nicolas de Rivière, reclamando el cese de las hostilidades.
Su par ruso, Vasili Nebenzia, rechazó las «acusaciones absurdas» contra las fuerzas armadas de su país y, por el contrario, aseguró que Rusia proporciona ayuda humanitaria a niños en el Donbass, este de Ucrania, donde desde hace más de ocho años el ejército ucraniano libra «una guerra civil contra su propio pueblo». Con un libro de texto en la mano, Nebenzia también comentó que la enseñanza de la historia a los niños en Ucrania estaba sesgada.
Por su parte, el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, pidió al organismo que actúe para que los niños separados de sus familias puedan reunirse con ellas. A la vez, volvió a acusar a Rusia de continuar con los «secuestros de niños ucranianos». «Después de ser trasladados por la fuerza a Rusia, son adoptados ilegalmente por ciudadanos rusos», comunicó.
Este mismo jueves se reunió en Ginebra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, presidido por la Argentina, que aprobó por amplia mayoría iniciar una investigación sobre las atrocidades atribuidas a las tropas rusas que invadieron Ucrania a partir del 24 de febrero.