Todo comenzó cuando su padre le regaló la camiseta que tanto quería. Entonces, decidió compartirla con sus amigos y ellos, por el simple hecho de usar anteojos, se la arruinaron. Regresó a su casa cansado del accionar de sus compañeros y se viralizó su historia.
Momo Benavides se encargó personalmente de hablar con el presidente de Relaciones Públicas de River, Santiago Poblet, y se pusieron a disposición para poder brindarle una camiseta número 8, que pertenece a Agustín Palavecino, y lo invitaron al estadio para poder conocer a sus ídolos.
El gesto de los jugadores y el youtuber conmovió al niño y a todas las redes sociales que se alegraron por la cara de felicidad del niño.