La cuarentena para Paulo Dybala y su pareja, Oriana Sabatini, comenzó el 11 de marzo pasado, cuando se confirmó que Daniele Rugani, compañero en Juventus, había dado positivo en el test de Coronavirus. Todo transcurría sin mayores problemas para ellos hasta que comenzaron a sentir síntomas extraños, se hicieron la prueba, y último sábado hicieron pública la noticia: ambos estaban infectados con el virus COVID-19.
Después de sufrir la peor parte de la enfermedad durante el transcurso de la semana, el cordobés rompió el silencio y habló sobre su estado con el canal oficial de la Juventus. “Estoy bien, mucho mejor después de algunos síntomas fuertes que tuve hace un par de días. Ahora no tengo síntomas. Puedo moverme mejor caminando y estoy tratando de entrenar. Cuando lo intenté hace unos días, me faltaba el aire, y después de cinco minutos estaba cansado, sentía un cuerpo pesado y me dolían los músculos. Ahora Oriana y yo estamos bien”, explicó el futbolista de 26 años.
Oriana también había dado precisiones sobre los efectos de esta enfermedad, que se transformó en una pandemia y mantiene en vilo al mundo entero. “Yo tenía síntomas. Tos, me dolían mucho el cuerpo y la cabeza, sentía cansancio constante. Yo seguí entrenando porque no sabía que estaba contagiada, entonces noté que mi respiración había cambiado mucho, y no exactamente para bien. A veces siento que me cuesta un poco respirar”,había dicho la cantante de 23 años, que se radicó definitivamente con el futbolista en Italia hace un mes y medio.
El joven atacante se mostró saludable y cumpliendo los protocolos establecidos por Italia para todos los habitantes de ese país. Hay 86.500 personas infectadas, y se contabilizaron más de 9.000 fallecimientos hasta el momento. Es uno de los tres países con más casos, junto con China y Estados Unidos.