La solicitud se dio en el marco de la Asamblea Ciudadana Latinoamericana por la paz hacia los gobernantes europeos que convoquen a un referéndum en cada uno de sus países para que los ciudadanos manifiesten si están a favor o en contra de la guerra y su postura sobre el envío de armas a Ucrania.
En el encuentro que fue organizado esta semana por Unidos por la Paz le pidieron públicamente a la ONU que se democratice, asuma la autonomía ante el Consejo de Seguridad que su Carta Fundacional establece y le confiere, y que realice los mecanismos necesarios para frenar las acciones bélicas de todo el mundo.
“A pesar de que los medios hegemónicos del poder se niegan a mostrar, en EEUU se difundió una encuesta que arroja como resultado que la mayoría de la población norteamericana está en contra de esta guerra entre Rusia y la OTAN”, expresó Carlos Ferreyra, Secretario General del Espacio Global Unidos por la Paz.
Participaron personalidades como Adolfo Pérez Esquivel, Mairead Maguirre, Jody Williams, Rigoberta Menchú, Nora Cortiñas, Roberto Savio, Federico Mayor Zaragoza, y decenas de referentes sociales y académicos de todo el mundo, coordinados por el médico argentino Ferreyra.
En esa misma asamblea virtual, Pérez Esquivel alertó sobre el peligro latente de una escalada nuclear entre Estados Unidos y Rusia, pero se mostró también preocupado por la guerra biológica, tras denunciar que “se descubrieron laboratorios de la OTAN en Ucrania, que ya tenían activos virus y bacterias destinadas al ataque contra la población civil, a través de pájaros infectados que esparcirían las enfermedades por toda la Tierra”.
Así, llamaron a la ONU a cumplir con su mandato y advirtieron que, si esto no sucede, “entonces los Ciudadanos Planetarios, tendremos que ‘rebelarnos’ para democratizar la entidad, para garantizar la paz para nuestros Hijos y Nietos, tal cual lo establece la propia Carta Fundacional de ONU”.
Además, agregaron que, de continuar la guerra y sin los apoyos de toda la población, serán juzgados los gobernantes de turno por ser los principales responsables de romper las instituciones democráticas.