La película documental tiene una estética particular, ya que fue producida por Blumhouse, una productora de cine B, con estética de películas de terror, para narrar la vida del hombre que en los años ochenta terminó acusado por su falta de ética profesional.
Hay muchas teorías sobre la idea que tenía sobre esta práctica, entre las que se cuentan «fanatismo religioso» ya que formaba parte de un culto que promovía la natalidad y la reproducción. «Otros dicen que tenía que ver con un fetiche sexual de masturbarse en la habitación de al lado y después volver al consultorio para inseminar a sus pacientes», remarcó la comunicadora.
Lucía también recomendó sobre la temática Baby God, de la directora Hannah Olson, del año 2020, sobre el Dr. Quincy que utilizó en los años sesenta su propio esperma en secreto para inseminar a las pacientes de su clínica de fertilidad, y que se puede ver en HBO.