Con eso, el número de muertos desde el miércoles pasado subió para 106 y hay 8 desaparecidos «identificados», añadió el gobierno, cuyo informe anterior daba cuenta de un centenar de muertos.
En el operativo participaron «perros detectores y aeronaves», más de 400 bomberos y militares que continuaban buscando a los últimos desaparecidos bajo el lodo que arrasó barrios enteros en la región metropolitana de la capital del estado, Recife, precisó la agencia de noticias AFP.
El hallazgo de más cuerpos puso fin a las búsquedas en la comunidad de Jardim Monteverde, una de las más afectadas, donde más de 20 personas murieron bajo un tsunami de barro y escombros.
Al menos 24 municipios del estado decretaron la situación de emergencia por los estragos, que dejaron más de 6.000 personas sin hogar o desplazadas, así como grandes daños en las infraestructuras.
Las lluvias empezaron a mediados de la semana pasada, pero se intensificaron el fin de semana y entre la noche del viernes y la mañana del sábado, las precipitaciones alcanzaron el 70% de lo esperado para todo mayo en algunos puntos de la capital.
En tanto, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, sobrevoló la región el lunes, lamentó las muertes y habilitó un crédito de 1.000 millones de reales para reforzar la asistencia humanitaria y reconstrucción, a cargo de las autoridades locales.