“Tenemos la oportunidad, en este momento, de alcanzar un terreno más alto, por encima de nuestras afiliaciones políticas. Una oportunidad de tomar una decisión que hace más que proteger a tu grupo. Una oportunidad de tomar una decisión que proteja a nuestro país ahora y para la próxima generación”, añadió.
En relación a una posible reforma de la ley sobre el uso de armas en Estados Unidos, aseguró que «parece que un cambio real puede suceder» y remarcó que la misma puede «salvar vidas» sin infringir los derechos de la Segunda Enmienda del país.
“Queremos escuelas seguras y queremos leyes sobre armas que no faciliten que los malos obtengan las malditas armas”, prosiguió en su emocionante discurso, el cuál se produjo tras una breve reunión con el presidente Joe Biden.
Durante un pasaje de su exposición, que duró un poco más de 20 minutos, sostuvo las fotos de algunos niños asesinados en la masacre y habló de la ropa que llevaban el día que los mataron, de cosas que soñaban hacer fueran mayores. Además, golpeó con su puño el atril para describir a una de las pequeñas víctimas.
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