Abe ingresó en 2006 como primer ministro en Japón con 52 años y se convirtió en el más longevo del país en asumir y gobernó hasta 2007. Anunció la dimisión a su cargo luego de sentir la falta de confianza del pueblo respecto a su gestión. Sin embargo, volvió a su cargo entre 2012 y 2020, y luego se alejó del cargo por un problema de salud crónico.
Pero no fue su primer acercamiento al poder porque su idea como político era poder seguir los pasos de su abuelo, el exprimer ministro, Nobusuke Kishi. Según sus propias declaraciones, se centró en hacer a la nación más “normal y hermosa”. En un primer momento se desempeñó como asistente ejecutivo del Ministro de Asuntos Exteriores.
Luego fue elegido como diputado de cámara baja del distrito electoral en la Prefectura de Yamaguchi en 1993 con la mayor cantidad de votos de la historia, luego del fallecimiento de su padre en 1991. En 1999 fue director de la División de Asuntos Sociales y Secretario en Jefe en los gobiernos de Yoshiro Mori y Junichiro Koizumi entre 2000 y 2003.
Estuvo en Argentina en diciembre de 2018 con Mauricio Macri, quien era Presidente en ese entonces. También era un fuerte aliado de Donald Trump, expresidente de Estados Unidos. Él fue quien consideró a a Abe como el “mejor dirigente en la historia de Japón”.
El exmandatario fue atacado a balazos el viernes cerca de las 11.30 del país local, fue internado en una clínica, ya en grave estado, y finalmente falleció.